¿Eres emprendedor? 7 claves para a ahorrar en la factura de la luz de tu empresa

Asimismo, reducir el importe de la factura de la luz permite destinar más presupuesto a otros costes del negocio, pudiendo aumentar la productividad, competitividad y mejorar el posicionamiento de la compañía.

Descubre estrategias efectivas para ahorrar energía en tu empresa, incluyendo consejos como contratar la potencia adecuada, rentabilizar la discriminación horaria, utilizar bombillas de bajo consumo, invertir en tecnología eficiente, apagar los aparatos que no estés utilizando, aprovechar la luz solar y regular la temperatura de la oficina.

1. Ajustar la potencia contratada

Antes de poner en práctica nuevos hábitos de ahorro de electricidad, es importante hacerse una idea general de la cantidad de energía que se está consumiendo actualmente, saber y ser conscientes de la potencia que se tiene contratada, además de comprobar la energía que se está consumiendo.

La mayoría de los negocios tienen más potencia contratada de la que realmente necesitan. Por ello, la solución es ajustar y optimizar la potencia en función del consumo de la empresa, el número de trabajadores, los horarios de trabajo y las dimensiones de la oficina.

2. Rentabilizar la discriminación horaria

Cuando se contrata una tarifa eléctrica, es aconsejable informarse sobre la aplicación de la discriminación horaria, la cual factura el consumo de energía según la hora del día. Esta discriminación horaria, por ejemplo en España, se distingue entre tres periodos:

• Horas punta: de 10:00 a 14:00 horas y de 18:00 a 22:00 horas.
• Horas llano: de 08:00 a 10:00 horas, de 14:00 a 18:00 horas, y de 22:00 a 00:00 horas.
• Horas valle: de las 00:00 a las 08:00 horas.

Además, hay que saber que la potencia contratada también se ve afectada por la discriminación horaria. Ante esta situación, se tienen dos opciones: contratar la misma potencia para los dos periodos de facturación existentes o ajustar los kilovatios a las diferentes necesidades de cada franja.

3. Utilizar bombillas LED de bajo consumo

¡Ha llegado el momento de cambiar las bombillas incandescentes por las LED! Las bombillas LED consumen hasta un 80% menos de energía que las bombillas tradicionales y tienen una vida útil más larga, ya que pueden durar hasta 25.000 horas.

Es clave, sobre todo, durante el otoño y el invierno, cuando los días lluviosos y nublados reducen las horas de luz natural y nos obligan a encender la luz con más frecuencia. Sustituir las bombillas normales por iluminación LED puede suponer una mayor inversión inicial, pero se va recuperando cada mes gracias al ahorro energético, por lo que, se traduce en un retorno positivo.

4. Invertir en tecnología eficiente e instalar equipos de bajo consumo

La inversión en equipos y tecnología eficientes puede generar un ahorro significativo a largo plazo. Es muy importante invertir en equipos nuevos o sustituir equipos obsoletos eligiendo dispositivos con un nivel alto de eficiencia energética y aparatos informáticos con certificación Energy-Star.

Por otro lado, es aconsejable configurar el ordenador el modo ahorro de energía de la batería, así como comprobar que la iluminación del monitor no sea demasiado alta. Además, si se va a estar un rato sin usar el ordenador, lo ideal es suspender el monitor y, en caso de que haya finalizado la jornada, apagarlo por completo. Se evitará el consumo fantasma de los aparatos.

5. Apagar los aparatos electrónicos que no estés usando

¡Declara la guerra al “stand by”! Apagar el ordenador o cualquier otro aparato electrónico que no se esté utilizando puede reducir el consumo de energía. Un estudio del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en España indica que el modo stand by representa un 10,7 % del consumo energético total de una vivienda. Por lo tanto, es importante desenchufar todos los dispositivos una vez que no se vayan a emplear. Si eres una persona despistada, el truco para no olvidarse de hacerlo es conectar todos los equipos a una regleta con interruptor de encendido/apagado. De esta manera, se desconectarán de forma simultánea y se evitará el consumo de energía en modo “stand by”.

Otro consejo es apagar el router durante las horas en los que no se necesite como, por ejemplo, durante la noche. Esto no solo ayudará a ahorrar energía, sino que también puede mejorar la seguridad de la red al reducir el tiempo de exposición a posibles amenazas en línea.

6. Aprovechar la luz del sol

Un factor clave para asegurar el ahorro de energía es aprovechar al máximo las horas de luz natural. Para ello, es aconsejable adaptar la ubicación del mobiliario y colocar el escritorio cerca de una ventana para beneficiarse de la iluminación natural. Así, se reduce la necesidad de encender luces artificiales y se aprovecha la energía gratuita del sol. Además, el uso de la luz natural puede mejorar el estado de ánimo y aumentar la productividad.

Otra opción que se puede valorar, dentro de lo posible, es organizar el horario de trabajo para aprovechar las franjas más económicas: de 08:00 a 10:00 horas y de 14:00 a 18:00 horas. Aunque las franjas horarias con un precio más alto (de 10:00 horas a 14:00 horas) coinciden con las horas centrales de la jornada laboral, también son las horas en las que más luz natural hay, con lo cual se puede aprovechar la luz solar.

7. Optimizar el sistema de climatización del lugar de trabajo

A medida que llega el invierno, regular la temperatura es crucial para reducir los costes mensuales de la factura de la luz. Es importante evitar tener aires acondicionados o calefacciones funcionando a máxima potencia, pues es mejor tenerlos a una temperatura media que utilizarlos con picos de potencia. Durante el invierno, es recomendable mantener una temperatura en el rango de 20°C a 22°C para lograr un ambiente confortable. En cambio, en los meses calurosos de verano, será necesario recurrir al aire acondicionado y ajustar la temperatura entre 23°C y 26°C.

Para ahorrar en el consumo de climatizaciones, es conveniente que, cuando estén funcionando la calefacción o el aire acondicionado, mantener cerradas las ventanas y las puertas. Además, en los meses de verano es aconsejable cerrar las cortinas o bajar las persianas para evitar lo máximo posible el calor provocado por el sol.

Por último y no menos importante, es importante revisar los filtros del aire acondicionado con frecuencia para asegurar su limpieza y su correcto funcionamiento. De esta manera, resultará más fácil vigilar el aislamiento y optimizar los sistemas de climatización.