¿Sientes que a veces es demasiado?, ¿que pierdes el control de tu vida?, ¿sientes que no estás dando el 100% ni en tu emprendimiento, ni en tus estudios? Una vez leas este artículo esas sensaciones comenzarán a desaparecer y te convencerás de que es posible llevar estos dos aspectos de tu vida sin convertirla en un desastre.
La madurez, habilidades y experiencias que adquieres son increíbles.
Lo bueno de emprender desde tu etapa universitaria (si es tu caso), es que podrás crear tu propio horario sin tener que apegarte a las exigencias exigidas por cualquier oficina o establecimiento. Otra increíble ventaja es que si tienes éxito, una vez te gradues contarás con una fuente de empleo e ingresos de la cual tú eres el jefe, hasta podrías no verte en la necesidad de buscar otro empleo. Y por último la madurez, habilidades y experiencias que adquieres son increíbles.
No te vamos a mentir, puede ser algo duro, por lo que necesitarás de disciplina, balance y control. Es importante que ames tu emprendimiento y tu carrera (o lo que estés estudiando en este momento), así a la hora de manejarlos será mucho mucho más sencillo, gracias a la pasión. Debes hacer todo lo posible por organizar y controlar el balance entre estos dos aspectos de tu vida, no querrás que uno te absorba y haga que te pierdas del otro poco a poco.
Establece objetivos en tu empresa. Establece horarios para tus estudios. Sé exigente contigo mismo. Ten claro cuales son las prioridades en ambos campos.
Aprovecha todos los recursos que ofrece el mundo educativo para integrarlos a tu negocio. No te asustes y toma los riesgos que consideres necesarios.
Cede algunas de tus responsabilidades menos importantes
Foto: Startup Stock Photos
Como fundador de un emprendimiento cuentas con muchas responsabilidades, esto sumado a las responsabilidades estudiantiles puede ser simplemente abrumador. Cede esas responsabilidades de las que se puede encargar alguien más a un asociado, un empleado, un familiar o un amigo que pueda echarte la mano. Sentirás se aligera la presión al deshacerte de una carga innecesaria para tus hombros.
Dedícale un día entero a tu educación/emprendimiento
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Un día que lo creas conveniente, olvida por completo que tienes un emprendimiento y dedícate a nada más que a estudiar. Lo mismo con tu emprendimiento, cuando sientas que puedes soltar tus estudios por un día y dedicarte a tu empresa nada más, hazlo. No te sientas culpable, ambas cosas las haces por tu desarrollo personal y de alguna manera ambos aspectos de tu vida se fortalecen entre sí, así que no será tiempo perdido ni para uno, ni para el otro.
No te abrumes con tus estudios
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Cuando sientas que estás abrumado por tus estudios, ya sea universitarios (más materias de las que puedes manejar) o una serie de cursos que estás realizando, toma decisiones y mantén en mente el balance que mencioné al comienzo del artículo. Estoy seguro que hay cosas a las que puedes darle una pausa y retomarlas más tarde, hazlo por ti, tu salud, tu rendimiento académico y tu empresa.
Organiza tu tiempo con un horario
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Y hablo de todo tu tiempo, hasta los ratos libres (sí, así es, puedes tener ratos libres). Establece tus horas para estudiar y tus horas para emprender. Aprovecha al máximo cada minuto. Toma los descansos necesarios, tampoco vas a estar procesando miles de cosas las 24 horas del día. Duerme lo necesario, ni una hora más, para esto tendrás que sacrificar algo muy apreciado por cualquier persona: “dormir cinco minutos más”. Un horario estricto será clave para aprovechar el día al máximo; levantarte temprano y acostarte tarde, sólo recuerda que dormir muy poco puede afectar seriamente tu desempeño.
Una vez logres organizarte y que todo encaje en tu día a día, descubrirás que incluso tendrás tiempo libre para divertirte.
Trata de conseguir todo el apoyo posible
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Para esto hazle saber a tu entorno qué estás haciendo; habla con familiares, colegas, amigos, profesores, estoy seguro de que muchos de ellos se sensibilizarán, se sentirán orgullosos y harán todo lo posible por ayudarte y hacer las cosas un poco más ligeras. Incluso, con esto podrías conseguir un apoyo directo de tu casa de estudios.
Donaciones, publicidad, inversiones, compras, ayuda gratis, otros clientes; todo esto podrías conseguir de tu entorno, así que considéralo como tu primer apoyo.
Emprender mientras estudias además de ser una manera de asegurar tu futuro, puede traerte sorpresas increíbles, porque como siempre digo, nunca sabes qué puede pasar si haces lo que te apasiona.
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