Si estás aquí leyendo esto es porque te gusta todo lo relacionado al emprendimiento, ya sea porque eres un emprendedor o porque planeas serlo, y si a eso le añadimos la pasión que puedes sentir por el cine, entonces te encuentras en el post adecuado.
En Busca de la Felicidad es una película basada en los hechos reales de la vida de Chris Gardner, un hombre bastante exitoso actualmente, siendo empresario, coach motivacional y filántropo. Pero él no nació siendo tan privilegiado. Es posible que ya hayas visto esta película protagonizada por Will Smith y nominada a los Oscars, pero en caso de que no haya sido así, vamos a analizarla y es posible que incluyamos bastantes spoilers, así que puedes mirarla y luego leer este post, o también puedes leer este post y luego verla, como sea de tu preferencia.
La dura infancia de Chris Gardner
En la película no nos llevan a los tiempos donde Chris era un niño, pero nos parece importante hablar sobre esto, pues le agrega más valor al significado del éxito que llegó a alcanzar este hombre.
Chris tenía tres hermanos, siendo él el cuarto, y vivía con su madre y su padrastro, pues nunca conoció a su padre. Venía de una familia con bajos recursos y muchos problemas. Su padrastro maltrataba a su madre, y su madre estaba tan desequilibrada mentalmente que llegó a parar varias veces en la cárcel. Una vez incluso incendió la casa donde se encontraba Chris, sus hermanos y su padrastro, con el objetivo de acabar con la vida de este último, siendo inútil el plan y separando a Chris para siempre de su madre que se encontraba en prisión.
Chris vivió en varios hogares para niños en los cuales recibió toda clase de maltratos, llegando a ser violado a la edad de 10 años por un desconocido en uno de esos procesos. Por fortuna pudo conocer a algunos tíos maternos, entre ellos Henry, quien se convertiría en la única figura paterna que ha tenido Gardner en su vida. La relación no duró mucho tiempo, pues Henry falleció ahogado en el Río Mississippi. Sin embargo, Chris se vio muy influenciado por su tío y no llegó a descarrilarse nunca, terminando el instituto y convirtiéndose en un excelente estudiante de matemáticas.
Una de las bases fundamentales para emprender con éxito es saber lo que quieres y descartar lo que no deseas.
Luego de terminar de cursar sus estudios básicos conoce a la primera persona que marcaría una pieza de su destino, el Dr. Robert Ellis, quien le ofrecería a Chris un trabajo de asistente en investigaciones clínicas en la Universidad de California. En este trabajo Gardner aprendió a realizar varias investigaciones relacionadas a la medicina, como por ejemplo a manejar un laboratorio o llevar a cabo algunos procedimientos quirúrgicos, pero a Chris no le apasionaba este mundo, sobre todo por el hecho de que para convertirte en doctor necesitas estudiar prácticamente una década, así que agradeció por la oportunidad y dejó ir ese empleo.
Aquí nos encontramos con el primer ejemplo propuesto por Gardner, de salir de la zona de confort por aspirar algo más. No tenía otro trabajo, realmente necesitaba el dinero y ya tenía su buen tiempo en ese centro médico, pero una de las bases fundamentales para emprender con éxito es saber lo que quieres y descartar lo que no deseas.
El nacimiento de su motivación
Chris Gardner era un hombre casado cuando cometió adulterio y dejó embarazada a Jackie Medina, quien se convertiría en su nueva esposa gracias al hecho ocurrido. Es así como nace su primer hijo en el año 1981, la luz de su vida y su motivo para querer crecer y ser alguien importante en este mundo. Pero esta época fue sumamente difícil para Chris y su familia, pues no contaban con los recursos necesarios para vivir de manera cómoda. Es aquí cuando, gracias a sus conocimientos en el área de medicina y su desesperación por conseguir dinero suficiente para sustentar a su hijo, Chris gasta todos sus ahorros en unos equipos médicos para dedicarse a la venta de los mismos.
Todo bien, ¿no? El gran problema se deriva en que él compró esos equipos sin saber que prácticamente nadie los iba a volver a comprar, debido a que eran demasiado costosos y ya existían en el mercado unos iguales que cumplían las mismas funciones y eran mucho más económicos que los que poseía Chris. Este se convierte en un muy mal paso dado por Gardner, por no haber razonado antes de invertir en estos equipos que traerían más problemas que beneficios. No lograba venderlos, una vez incluso una mujer le robó una de estas máquinas y por lo tanto su situación económica se fue viendo cada vez más crítica.
Un problema vino luego de otro y es así como su esposa decidió dejarlo. Chris no tenía absolutamente nada, pero con todo y eso él insistió en quedarse con su hijo, su motor y su inspiración para superar esa crisis tremenda en la que se veía envuelto. Es aquí donde en la película nos inundan de escenas donde se puede apreciar la belleza de un amor de padre hacia su hijo, quien es capaz de quitarse todo para ver a este prosperar.
Chris toca el fondo
Un punto que tal vez sea criticado por muchas personas pero que es importante discutir, es que en la película no temen en mostrarnos todo lo horrible que puede atravesar una persona mientras intenta, intenta y vuelve a internar lograr obtener una oportunidad de prosperar. Habrán momentos en el filme en que queremos cerrar los ojos o adelantarnos hasta el final para no tener que apreciar todas las desgracias que le tocó vivir a Gardner y a su pequeño hijo.
Un automóvil lujoso cambia su vida y su perspectiva y Chris se empeña en convertirse en un agente de bolsas.
Un día Chris visualiza a un hombre bien vestido, con un traje elegante y perfumado salir de un Ferrari rojo. Él le preguntó a este hombre que qué hacía para ganarse la vida, a lo que el individuo responde “trabajo vendiendo bolsas y relacionándome con las personas”. En este momento Chris decide que él quiere hacer lo mismo, logra visualizarse haciendo eso y saliendo de un Ferrari al igual que aquel hombre. Es así como un automóvil lujoso cambia su vida y su perspectiva y Chris se empeña en convertirse en un agente de bolsas, consiguiendo una entrevista en la empresa de valores Dean Witter Reynolds.
Debido a que Chris siempre estaba posponiendo el pago de sus impuestos por no tener dinero, la Administración Tributaria accedió a su cuenta bancaria tomando todo el dinero que él tenía, dejándolo con tan sólo 20$ y adicionado a esto, metiéndolo en prisión por varios días a causa de esa misma deuda. Al salir de la cárcel, justo el día de la entrevista, Chris se dirige apresuradamente a Dean Witter Reynolds, con el mismo traje que llevaba puesto por diez días encarcelado, sin poder siquiera ducharse, y logra impresionarlos con sus habilidades matemáticas, admitiéndolo en su programa de capacitación. El único problema era que consistía en un programa de seis meses sin ningún tipo de paga, así que Gardner se vería obligado a tomar una decisión bastante difícil: ¿Termino de sobrevivir estos seis meses, o dejo mi sueño y busco cualquier otro trabajo? Ya a este punto pueden imaginarse lo que decidió.
Una nueva oportunidad
Es aquí donde presenciamos un rayo de luz finalmente en la película, pero es totalmente agridulce. Por un lado estamos contentos por ver a Chris estudiando arduamente para poder ser seleccionado entre las 20 personas a quienes le darán empleo, pero por otra parte no nos olvidemos que sólo había quedado con 20$ en su billetera. Gardner y su hijo son obligados a merodear por las calles todos los días, buscando un nuevo lugar para pasar la noche siempre. A veces estaban en refugios para personas sin hogares y otras veces simplemente les tocaba dormir en la calle.
Entre tanto trabajo, es inevitable sentir una conmoción inmensa al ver los juegos que se creaba Chris Gardner para mantener entretenido a su hijo y que este no se diera cuenta nunca de que estaban en las peores condiciones posibles, durmiendo en el suelo del metro y pensando a cada momento en qué van a comer para sobrevivir un día más.
Chris logra finalizar los seis meses de capacitación, se reúne con sus supervisores y vemos una de las escenas más hermosas interpretadas por Will Smith. Ellos le cuentan que efectivamente quedó seleccionado entre las 20 personas para tener finalmente un trabajo en la empresa Dean Witter Reynolds. Y no sólo eso, además fue el que sacó mayor puntuación en su examen, con todo y que tenía que estudiar y a la vez merodear por las calles con su pequeño hijo. Vemos luz al final del túnel, una expresión de felicidad plena en el rostro de Chris, mientras suelta un par de lágrimas y le demuestra su agradecimiento a los jefes.
Él sale del edificio y comienza a caminar entre la multitud como tantas veces lo hizo antes, con la diferencia de que esta vez está realmente agradecido de estar ahí, camina derecho, eufórico y sintiendo algo en su ser que no había podido presenciar anteriormente, cuando se escucha una voz en off que dice «esta pequeña parte se llama felicidad». Significa una oportunidad para volver a empezar por parte de Chris.
En el año 1987 logra recaudar dinero para poder emprender su propia empresa llamada Gardner Rich & Co
Se convierte en un trabajador ejemplar, uno de los mejores que ha tenido la empresa, y en el año 1987 logra recaudar dinero para poder emprender su propia empresa llamada Gardner Rich & Co, posicionada en el apartamento donde vivió con su ex esposa, el cual logró recuperar y así iniciar dicha empresa, tan sólo tenía una mesa y una silla y contaba con el único capital de 10000$, que se multiplicarían en una cantidad increíble que llegaría a convertirlo en uno de los más famosos millonarios de Estados Unidos.
En el año 2006 Chris vendió la empresa, la cual cuenta con diversas sucursales en Estados Unidos, por una cantidad increíble de dinero para poder dedicarse a sus trabajos como filántropo (ha aportado dinero a muchas fundaciones e iglesias que estuvieron ahí cuando él las necesito en sus momentos más difíciles), invirtió en programas para promover el empleo en África. También dicta charlas motivacionales para aquellas personas que no cuentan con los suficientes recursos, narrando un poco sobre su vida y enseñando a cómo saber aprovechar cada circunstancia que nos ocurre, pues si sucede, es por algo.
En Busca de la Felicidad: un camino que nunca termina
Y así finaliza la película, nos ponen un lindo soundtrack y vemos correr los créditos, quedando con una sensación bastante peculiar. Pues sí, es un final feliz, pero todo lo que tuvo que atravesar Chris en esta búsqueda no fue nada fácil de ver, y mucho menos de vivir. Lo cierto es que tal vez no todos estamos en una posición tan extrema como la de Gardner. Tal vez no estamos literalmente viviendo en la calle como él, entonces, ¡con más razón! ¿Cuál es tu excusa para no intentar alcanzar lo que te mereces?
Errar forma parte del camino a la superación, así como cuando Chris tomó una mala decisión al gastar sus ahorros en unos equipos médicos que no eran rentables, nosotros también actuaremos equivocadamente y sin pensar bien algunas veces, pero el truco está en no dejar que una mala decisión defina tu vida y tu futuro.
Chris pudo quedarse estudiando medicina esos 10 años y vivir una vida cómoda, pero él no quería “estar bien y ya”, él aspiraba a más, él quería ser grande a pesar de provenir de un lugar muy simple y humilde, y ahí, justo ahí está la chispa que enciende a un verdadero emprendedor y lo impulsa a seguir sus instintos y superar todas las adversidades que puedan atravesar en su vida.
PD: Chris Gardner sí se compró su propio Ferrari negro, que además le perteneció a Michael Jordan, y decidió cambiarle la placa para ponerle “Not MJ”, que en español significa “No soy Michael Jordan”.
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Foto de cabecera: vía La Guarida de Kovack.
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