Pocas cosas causan tanto temor o escalofríos como ver a lo lejos, de cerca, grande o pequeña la esvástica (conocida como Hakenkreuz) propia de los Nazis. Esta, junto con la bandera nacionalsocialista son dos de los signos más populares de este Partido. No sabemos si se trata de morbo o realmente se debe a que cada detalle fue cuidado, pero las cruces esvásticas pueden encontrarse en cualquier sitio del Internet, en museos de historia contemporánea y reinan en las portadas de distintos libros.
Es cierto que todos tenemos que conocer esa parte importante y siniestra de nuestra historia, pero mas allá de eso, también existe un interés por desglosar la identidad visual de los Nazis, que se creó con una audacia muy moderna para la época, partiendo de imágenes con antiguos significados.
De las acuarelas a una imagen que no podrá olvidarse
El Partido Nazi fracasó, eso lo sabemos y festejamos por esto, pero aun luego de eso, su imagen no puede olvidarse de nuestras memorias, su identidad parece permanecer en el tiempo y al menos hasta el día de hoy, no creemos que algún día simplemente podamos ver las esvásticas y no saber de qué se tratan. ¿No es acaso éste el objetivo de toda identidad visual? Persistir en las memorias de todas las personas. Si de algo pueden dar fe los expertos -y todos nosotros en realidad- es que la identidad visual de los Nazis está muy bien lograda, pero esto no se consiguió precisamente por pura curiosidad, sino más bien por las aspiraciones artísticas del Führer, quien de joven pintaba utilizando acuarelas y que luego tuvo el sueño de ser uno de los mejores arquitectos que todo este planeta ha visto. Su sueño frustrado lo trató de enmendar creando un Reich milenario.
Mientras Hitler se encontraba moldeando un Estado histórico, también esculpía a los hombres y mujeres de una Nación. Sabemos que fue un hombre violento que inyectó a su gente mucha más violencia, pero además de esto, fue todo un genio artístico. Él asumió el rol de orientar estéticamente todas las artes visuales relacionadas a su partido que se exponían en distintos lugares, como en los festivales de Bayreuth, incluso en 1932 hizo un boceto que ayudó a Ferdinand Porsche en el diseño del Volkswagen.
El sueño de Hitler es que este se convirtiera en el auto del pueblo alemán para que pudieran viajar en familia y recorrer las autopistas que su Führer construía -sí, el tipo era todo un retorcido-. Éste era un pensamiento no poco común en Hitler, pues incluso llegó a admirar a Henry Ford por tener variedad en precios de vehículos para poder ofrecerle a cualquier clase social.
La estética nazi era elegante y determinante, se veía desde las coreográficas concentraciones de masas hasta la fotografía, pintura y escultura que también tuvo su protagonismo en este período.
Los nazis además utilizaron elementos de la mitología griega y la nórdica para fusionarlas en su arte y estética, además de la cristiana, lo cual vuelve todo el asunto aun más retorcido. El nazismo ponía su confianza en las artes plásticas mientras que dejaba por un lado la palabra y la fotografía. Todo esto fue expuesto en los discursos manipuladores de Hitler ante las grandes masas, quien decía que «la oralidad» y los textos producían confusión, así que mejor era fiarse de las imágenes. Hitler tenia en su sus venas, sangre con una religión burguesa del arte, pero él repudiaba el arte proveniente de judíos y homosexuales, pues consideraba que no servían para la formación de un hombre completo, con salud y nórdico.
Ante sus ojos, estas imágenes de su arte mostraban y aplaudían el modelo físico ario, además que identificaban a Alemania como la única heredera del espíritu griego y por supuesto contenían muestras antisemitas y extremadamente racistas. Estas imágenes eran mostradas a los adultos y niños, y todo esto formó parte del gran lavado cerebral en el pueblo alemán.
Hitler había aplicado para estudiar en Viena, pero fue rechazado, sin embargo él aplicó las concepciones de esta academia en su sueño de crear una raza superior humana, hecha por alemanes. Ya a esta altura el neoclasicismo no era sólo un arte, sino más bien una naturaleza. Entre los temas que se querían reflejar en su estética visual destacaban los siguientes: El cristianismo supremo, el soldado como un canon de belleza, la alabanza al Führer, el amor a la patria y la promoción al sacrificio propio para un bien colectivo. El propio Hitler se consideró a sí mismo como un artista, no como un político, e indicó que una vez que pudiese resolver la situación polaca, iba a dedicarse al arte de lleno.
Simbología Nazi
La Esvástica
Para los que pensaban que la esvástica era propia de los nazis, les contamos que no es así para nada. Este símbolo existe desde hace 5000 años antes de que Hitler decidiera utilizarla en la bandera nazi. Su nombre proviene del sánscrito svastika, y significa «bienestar». Tiene forma de cruz de gancho, y según los historiadores fue utilizada por primera vez en la Eurasia del Neolítico. También es muy común verla en templos sagrados en Indonesia y en la India, al igual que es empleada en el budismo.
La esvástica pasó a ser un símbolo de identidad aria, de orgullo alemán.
A finales del siglo XIX, vuelve a surgir la esvástica gracias al arqueólogo Heinrich Schliemann que descubrió en la antigua Troya esta cruz en forma de gancho. Él la asoció con simbologías similares en Alemania así que indicó que debía tratarse de un símbolo religioso del pasado. Ya en el siglo XX era muy utilizado en Europa y se le asociaba con la buena suerte, sin embargo, gracias al trabajo de Schliemann se le sumaron acciones del movimiento völkisch, por lo que la esvástica pasó a ser un símbolo de identidad aria, de orgullo alemán. Seguramente gracias a esto último es que los nazis decidieron adoptar a la esvástica como su símbolo a partir de 1920.
Además de esto, algunos movimientos nacionalistas de derecha también utilizaban la esvástica como su símbolo por considerarse algo puro, sin embargo, cuando los nazis dominaron Alemania, el significado de este símbolo era evidentemente de ellos. Ya en este momento, la esvástica era tan popular que significaba el símbolo más reconocible de este Partido, podía ser vista en toda propaganda política, posters, distintivos militares, etc. Era un símbolo agridulce, que causaba orgullo entre los arios, y mucho temor entre los judíos, además de odio por parte de los enemigos de la Alemania nazi. Tiene distintos orígenes y usos, pero actualmente, a pesar de que se les ha dado otras utilidades, sigue siendo sinónimo de odio y muchas personas se rehúsan a darle otro significado.
Runas
El responsable de las runas que hicieron despertar la fascinación de los nazis fue al autor ocultista y völkischt Guido von List, un representante del misticismo y del paganismo germánico del final del siglo XIX y el principio del XX. Este ocultista publicó en 1908 un libro llamado Das Geheimnis der Runen o «El secreto de las runas», donde exponía 18 runas en forma de oráculos que había visualizado supuestamente en 1902 cuando estaba pasando pos los estragos de una ceguera temporal. Estas runas se les dio el nombre de amanen.
De acuerdo a los nazis, la runa S lleva el nombre de «Sig», y el Wolfsanger, con forma de runa, viene de la «Gibor» describa en el libro de List. Estas runas no tienen ningún significado político o de supremacía blanca o de algo por el estilo, de hecho, provienen de un plagio de la mitología. Estas runas, o mejor dicho símbolos originales, fueron entregados por el Dios Odín a los humanos para ser utilizados como escritura, magia o adivinación. Los grupos neonazis y nazis en sí han utilizado varias letras del alfabeto de runas, como lo son: Sigel, Ēoh, Tyr, Odal y Algiz.
Bandera de la Alemania Nazi
Su elección de colores, al igual que su simpleza la hacen una identidad visual de altura, incluso mejor que muchos logotipos famosos de la actualidad.
Su nombre es Nationalflagge y es la bandera oficial de este partido desde 1935. Tiene un fondo rojo y dentro un círculo blanco donde tiene la clásica esvástica negra. En sus inicios era utilizada por el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, pero luego por elección de Hitler fue seleccionada como bandera oficial al igual que la del antiguo Imperio Alemán.
De acuerdo a Hitler, la bandera la seleccionó él mismo luego de que le presentaron diversas opciones y ninguna resultó de su agrado. Ya luego sólo esta bandera fue elegida como la única para representar al Partido, y la de la antigua Alemania quedó atrás debido a que era muy reaccionaria de acuerdo a Hitler. Fue la bandera oficial hasta 1945, cuando se rindió el Tercer Reich al finalizar la Segunda Guerra Mundial.
El Sol Negro
Originalmente El Sol Negro es un símbolo muy antiguo y estaba asociado al fin del mundo, sin embargo luego fue utilizado bajo otros conceptos, por ejemplo fue aprovechado por los nazis dentro de su simbología. Este comprende un símbolo esotérico, contiene un circulo en su interior que tiene la forma de un sol con doce rayos, éstos llegan al círculo exterior, y así sus ángulos tienen una torcedura donde forman dos símbolos comunes para los nazis: la esvástica y las doce runas sowilo, la cual duplicada manifiesta la famosa SS.
Varios especialistas se han dedicado a estudiar al Sol Negro, dando con la respuesta de que el sol tiene la finalidad de expresar «algo poderoso y fuerte, mucho más visible que Dios», mientras que el número doce significa «cosas del destino y la perfección». Como ves, es justo lo que quería transmitir Hitler al mundo, o al menos eso pensaba que hacía.
Uno de los líderes de las SS, Heinrich Himmler, que era un ocultista, estaba dispuesto a originar una reconstrucción completa de la cultura ancestral indoeuropea, además de acabar con el cristianismo tradicional para dar origen a un culto racial, la cual casi era una religión racial iniciática. En esta «religión» existían creencias mezcladas de todos los tipos y se visualizaba al Führer como un ser puro con sangre aria. De esta manera, el sol negro le otorgaba a la raza aria su sabiduría y la fuerza superior.
Este sol tiene una simbología muy profunda, además de ser utilizada bajo los conceptos nazis, actualmente se considera una nueva tabla redonda, donde los doce caballeros que antes representaban a los máximos líderes de las SS, se encuentran rodeando a un jefe central.
Este sol se encuentra plasmado en un mosaico dentro del castillo de Wewelsburg, cerca de la ciudad de Paderborn, el cual fue construido en 1603 pero durante la Segunda Guerra Mundial fue reconstruido por arquitectos nazis con la orden de convertirse en el corazón de una nueva religión racial, en este lugar sólo se reunirían los líderes de las SS. El propósito de ellos es que este castillo fuese «el centro del mundo».
Algunos otros símbolos propios de su identidad visual
- El número 18 (que significa Adolf Hitler)
- El número 88 (que significa Heil Hitler)
- El número 14 (referente a las 14 palabras dichas por David Lane: «Debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos»)
- Las runa Sigel
- Las camisas pardas de las Sturnmabteilung
- El águila del Partido Nacional Socialista
- Runa odal78 y el Wolfsangel9
- Insignia con forma de calavera de las SS-Totenkopfverbände y las unidades de los campos de concentración
- Estandarte personal de Adolf Hitler
Una identidad visual que trasciende en el tiempo
Todo diseño debe ser muy bien estudiado previamente para plasmarlo de la manera adecuada, que sea la representación exacta de lo que está buscando conseguir la empresa o entidad. El partido nacionalsocialista se valió de un discurso muy poderoso y de una imagen gráfica potente para lograr encontrar el apoyo de masas. Si observamos con tiempo y calma la bandera de los nazis, podemos decir con certeza que su elección de colores, al igual que su simpleza la hacen una identidad visual de altura, incluso mejor que muchos logotipos famosos de la actualidad.
La esvástica produce la misma fuerza que la manzana de Apple, y es incluso tan moderna como muchos otros elementos de empresas actuales. Todo esto no se consiguió por mera casualidad, pues el Partido nazi tenía entendido que era muy importante crear una identidad visual que transmitiera un mensaje de unión entre los miembros y también le diera la idea al resto del mundo que se trataba de un partido con mucho poder. Para lograr conseguir todo esto contactaron a Robert Ley, quien a pesar de no ser uno de los personajes nazis más sonados, fue el jefe del frente de trabajo alemán.
Robert creó el Organisationsbuch der NSDAP, un libro de más de 600 páginas escrito con tipografía gótica clásica nazi donde se pueden observar cada una de las aplicaciones visuales que representaban la estética de los nazis.
Es impresionante cómo puede observarse absolutamente todo lo que identificaba a los nazis en un solo libro: El uniforme con las enseñas, banderas, mapas, instrumentos militares, logotipos, uniformes de galas, placas, armamentos, ¡todo! Y cada cosa fue estudiada a detalle, significando un trabajo muy moderno y adelantado a su época.
Entre los historiadores se comenta que no sólo Ley fue el responsable de esta obra de arte maquiavélica, sino que el nombre de Joseph Goebbels -un artífice de la estética nazi- también sale a la luz. Este libro es muy moderno porque se ha descrito con sumo cuidado y detalle cada elemento que formaba parte de la estética nazi. Se puede observar de hecho cómo se pretendía aplicar la imagen nacional socialista y el nivel de finura y perfección con el que planeaban hacerlo. Ha sido tanto así, que el Organsationsbuch es admirado por distintos diseñadores gracias a su exquisito gusto y organización.