Las cifras de fracaso
Como te comentábamos antes, ha existido una idea generalizada de que casi todas las empresas emprendedoras fallan en ser exitosas. Sin embargo, quisimos hacer una investigación a fondo para mostrarte hasta qué punto es cierta esta afirmación y debemos concluir que, aunque no hay un consenso en la cifra, ésta es de al menos 60% en todos los casos.
De acuerdo con un estudio de CB Insights (2017), un software que recopila datos importantes de inversores, empresas e industrias, más del 70% de las startups no superan la primera etapa de inversión de capital de riesgo (venture capital). Este resultado fue arrojado luego de hacerle un seguimiento a las diferentes rondas de financiamiento de más de 1000 compañías de tecnología en Estados Unidos desde 2008 hasta 2010, empezando desde los capitales semillas (seed capital), donde apenas el 46% de estas empresas pudo recaudar lo suficiente para una segunda ronda de financiación.
Cabe destacar que este procentaje disminuía al avanzar las rondas, obteniendo una cifra final de 1% de éxito, en el que se encuentran empresas actualmente reconocidas como Uber o Airbnb y que en el estudio estuvieron valoradas en más de mil millones de dólares (empresas unicornio).
Estas conclusiones coinciden con una investigación realizada en 2012 por el profesor de la Harvard Bussiness School, Shikhar Ghosh, quien además de estudiar a más de 2000 compañías que recibieron inversiones de capital de riesgo de al menos un millón de dólares desde 2004 hasta 2010, entrevistó a empresarios y registró minuciosamente los portafolios de firmas inversionistas, para concluir que aproximadamente 3 de cada 4 startups fracasan.
A pesar de los resultados de ambas investigaciones, no todo el mundo coincide con cifras tan altas. En un artículo publicado en Fortune hace un año, titulado Conventional Wisdom Says 90% of Startups Fail. Data Says Otherwise (La sabiduría convencional dice que el 90% de las startups fracasan. Los datos dicen lo contrario) se indicó que, de acuerdo con la firma de inversión global Cambrigde Associates, el porcentaje de fracaso para las startups no ha rebasado el 60% desde 2001, basándose en el seguimiento de inversiones de capital de riesgo de 27.259 startups entre 1990 y 2010.
En opinión de la autora del artículo, Erin Griffith, se continúa afirmando la estadística del 90% para «confortar a los fundadores fracasados que quemaron el dinero de sus inversores, despidieron a todo su personal y cerraron sus empresas«.
Independientemente de cuál sea la cifra definitiva, lo que sí sabemos con certeza es que hasta un 60% en la estadística es bastante alto para todos los que tienen el sueño de fundar una compañía exitosa.
¿Por qué fracasan tantas empresas?
Luego de que la investigación realizada por CB Insights arrojara una cifra tan alarmante de fracaso, la compañía decidió compilar más de 100 cartas post mortem de diferentes fundadores de startups para descubrir el motivo de las fallas. Finalmente, hallaron un patrón en todos los ensayos y resumieron las razones de los fracasos en 20, de las cuáles destacamos:
1. El producto/servicio no satisfizo ninguna necesidad en el mercado
Es fundamental que durante el proceso de estudio de mercado observes si lo que tienes en mente puede resolver algún problema sustancial en él. Muchos emprendedores con el entusiasmo de poner a prueba su idea, restan importancia a este aspecto, con la convicción de que pueden persuadir a su público objetivo de comprar su producto o de utilizar sus servicios, cosa que, como vemos, no termina sucediendo.
2. Sin dinero para seguir invirtiendo
Ser cauteloso y disciplinado con tus finanzas puede ser la diferencia entre mantener tu proyecto para que eventualmente pueda tener éxito y quedar completamente en la quiebra. Por esto es crucial que diseñes un plan donde especifiques muy bien hacia donde estarán destinados tus recursos, cuál puede ser tu retorno de inversión, cuál es la tasa de crecimiento esperada, qué puedes hacer en casos de emergencia y a dónde puedes recurrir cuando necesites financiamiento con rapidez. No dejes espacio para improvisaciones y siempre trata de prever los escenarios para tu empresa, así evitarás cualquier sorpresa y podrás eludir futuros problemas.
3. Escoger mal a tu equipo o no incluir a potenciales socios
Mucho de materializar una empresa tiene que ver con la gente con la que estás trabajando, por lo que es primordial que desde un principio delimites las responsabilidades de cada miembro de tu equipo dentro de la compañía y te asegures de que cada uno puede ejecutar cabalmente su tarea. Además de esto, CB Insights señala que, en algunos de los casos, el fundador de la empresa indicaba que era un error no haber escogido un buen socio para equilibrarse y pensar mejor ante una toma de decisiones importante, por lo que contar con alguien que pueda ayudarte y asesorarte en procesos complicados será positivo para tu empresa.
4. No prestar atención a la competencia
Si bien no es recomendable obsesionarse con las empresas que compiten en tu mismo campo, siempre es conveniente estar al tanto de sus modelos de negocio, las actualizaciones que realicen y cómo tu producto/servicio puede tener una ventaja frente al de ellos. Algunos fundadores señalaban que desconectarse de lo que hacían sus contrincantes, no les permitió ver que ya ellos habían logrado solucionar más eficientemente el problema del mercado.
5. Fijar mal un precio en relación a su calidad y costo
Encontrar el precio adecuado para tu producto/servicio puede ser una verdadera pesadilla, porque debes tener en cuenta la calidad del mismo para los clientes y todo el dinero que debes emplear para producirlo, por lo que es importante buscar la manera de que sea accesible en relación a su calidad y que a su vez, te permita cubrir los costos de producción y obtener un margen de beneficio que te permita crecer.
6. Que el producto no sea amigable
A veces los emprendedores son tan rígidos con cómo desean que se lleve a cabo su producto/servicio que ignoran, consciente o inconscientemente, lo que puede ser mejor para los usuarios, así que, en ocasiones, hay que sacrificar algunas aspiraciones personales para que nuestro producto/servicio se pueda utilizar con facilidad y sea realmente provechoso para el público.
7. Tener un buen producto pero un modelo de negocios errado
Los modelos de negocios suelen ser unos fuertes aliados a la hora de buscar futuros inversores para tu empresa, por eso es fundamental contar con una herramienta que detalle claramente cuál es la necesidad del mercado hacia el que apuntas, cuál es tu público objetivo, cómo piensas crear tu producto/servicio, cómo vas a gastar los fondos que posees o cómo vas a conseguir el financiamiento, etc. De nada sirve tener una buena idea si no sabes cómo ejecutarla adecuadamente. Mientras más planificado seas en este aspecto, mejor, pues así tendrás más posibilidades de tener éxito vendiendo tu producto.
8. Tener una estrategia de marketing deficiente
El marketing es el amigo que muchas veces subestimamos. Una buena estrategia en este sentido nos permitirá expandir el alcance de nuestro producto/servicio y podrá ayudarnos enormemente a ganar la atención de futuros clientes. Además, dependiendo del mercado al que se dedique nuestras empresa, puede ser difícil diferenciarse con la competencia, así que debes asegurarte que tu equipo cuente con alguien experto en diseñar campañas inteligentes para tu producto, antes de que sea muy tarde como para darte cuenta que lo necesitabas.
9. No escuchar a nuestros clientes
Si vas a ser una empresa que ignore las necesidades y sugerencias de tus usuarios, desde ya te decimos que estas destinado al fracaso.
Si vas a ser una empresa que ignore las necesidades y sugerencias de tus usuarios, desde ya te decimos que estas destinado al fracaso. Recibir retroalimentación siempre es positivo, tanto para ti como para los clientes, porque no sólo te aseguras de ofrecerle un producto/servicio de calidad, sino que ellos pueden ayudarte a mejorar la perspectiva que puedas tener sobre el mercado y finalmente entenderás mucho más cómo puedes incrementar tus posibilidades de éxito en el mismo. No esperes a estar en una fase avanzada del proyecto, ponte a prueba desde el principio para adaptarte a las necesidades de la gente.
10. Mal momento para lanzar el producto
Esto suele suceder sobre todo en las empresas relacionadas con la tecnología, porque como en estos tiempos todo avanza tan rápido, muchos emprendedores se apresuran a sacar al mercado un producto que puede llegar a ser considerado promedio o no lo suficientemente bueno. También puede suceder al contrario, cuando el emprendedor lanza el producto demasiado tarde y ya no puede competir con los demás.
11. Perder el enfoque
Muchas veces durante la ejecución de un proyecto empresarial, los fundadores y el equipo empiezan a dudar sobre los sacrificios que deben hacer, se distraen con otros proyectos, con problemas que no tienen nada que ver con el negocio y terminan por perder el rumbo. Por esto es importante que como emprendedor te tomes un momento para despejar tu cabeza, recordar los motivos por los que decidiste empezar el proyecto y pensar en lo que de verdad quieres lograr con lo que estás haciendo. Así evitarás perder el tiempo y dedicarte a lo que realmente quieres. Es fácil perder el enfoque cuando hay tanto ruido, por eso detenerte y pensar es lo más adecuado.
12. Desacuerdo entre fundadores, equipos e inversores
Como señalamos más arriba, no sólo es importante tener un equipo sólido que reme hacia la misma dirección que tu, sino que también debes asegurarte de que tus mejores inversores entiendan la ruta que quieres tomar con tu empresa y la visión que tienes para ella de modo que evites que pongan trabas a tus objetivos.
¿Y en Latinoamérica?
- México: en el país centroamericano, la cifra de fracasos las recopila el Instituto del Fracaso, iniciativa del movimiento Fuckup Nights que se encarga de reunir y estudiar casos de emprendedores que no han experimentado el éxito en más de 150 países. Ellos señalan que por cada 100 empresas mexicanas creadas, 64 mueren al finalizar el primer año y la cifra asciende a 75% para el segundo año. Los motivos de fracaso más destacados en el estudio son que alrededor de un 79% de emprendedores mexicanos no tienen dinero suficiente para invertir en algo que no les genera ingresos inmediatos para cubrir sus necesidades básicas. En segundo lugar, un 50% de ellos indicaron que carecen de preparación para emprender, porque siempre se les enseñó cómo ser empleados y no cómo llevar una empresa. En tercer lugar, señalan una falta de objetivos y estrategias claras para llevar a cabo su proyecto y entre otros motivos mencionan deficiencias en la gestión de la empresa, faltas de habilidades sociales, errores de comunicación con el equipo y diferencias personales con los cofundadores.
- Perú: en cuanto a startups se refiere, diversos reportes indican que han estado en constante proliferación desde hace al menos 4 años en el país. Pero las cifras de fracaso no pintan tan bien. De acuerdo con la Fundación Romero, un 70% de los emprendimientos no superan el año. Y los motivos de estos fracasos son los siguientes: los empresarios peruanos no elaboran un buen modelo de negocio, no fijan un precio de producto que cubra los costos de producción y sea accesible a los clientes, no cuentan con la capacitación necesaria para ejecutar un emprendimiento, no administran su dinero apropiadamente y emprenden únicamente por necesidad. Al respecto de esto último, la presidenta del Consorcio de Organizaciones Privadas de Promoción al Desarrollo de la Micro y Pequeña Empresa de Perú (Copeme) señala que «esos son los que concentran una tasa de mortalidad más alta, de ahí que no se tenga una clara idea del proyecto que se pretenda ejecutar». Además de esto, de acuerdo con las cifras del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de 2017 en Perú, algunos de los factores del ecosistema del emprendedor en el país también influyen enormemente en el crecimiento de las startups, como algunas políticas de gobierno, la falta de reforzamiento en la educación y capacitación, la infraestructura, entre otros.
- Colombia: las empresas colombianas parecen experimentar situaciones parecidas a las de Perú, ya que a pesar de que se crean un número considerable de estas cada año, de acuerdo a un estudio de la Red de Cámaras de Comercio de Colombia (Confecámaras), la tasa de supervivencia es baja con un 29,7%, por lo que aproximadamente un 70% de empresas nuevas fracasan antes de cumplir los 5 años, siendo especialmente alta la tasa de microempresas. Entre los motivos más relevantes encontrados por el Instituto del Fracaso están: el déficit financiero (22.9%), que incluye insuficiencia de ingresos propios para subsistir, problemas para acceder a financiamiento, exceso de gastos y mala administración del dinero; problemas organizacionales (19,9%), que incluyen fallas en planeación, ejecución y de indicadores, así como conflictos con inversores; marketing (17%), que incluye problemas en la promoción del producto, puntos de venta inadecuados, estudio de mercado deficiente y mala selección de público objetivo, entre otros.
- Chile: en este caso, las empresas chilenas presentan un menor porcentaje de fracaso con respecto a los países anteriores. De acuerdo con un estudio del Banco Central de Chile, un 40% de empresas no sobreviven los primeros 4 años, cifra que puede variar dependiendo de la actividad económica de las mismas y de su tamaño. Start-Up Chile, un programa que ayuda a acelerar este tipo de compañías en el país, también ha realizado un estudio en el que se determinó que alrededor de un 50% de ellas fracasa en los primeros 6 años. Sin embargo, las cifras de las pymes pueden ser más altas. Los motivos comprenden la falta de planificación del negocio, abuso de créditos, deficiencias en las gestión financiera, entre otros.
- España: aquí el porcentaje de fracaso de las startups es de 54% de acuerdo al Mapa de Emprendimiento (2017) del Spain Startup-South Summit, siendo uno de los principales problemas la obtención de financiamiento y socios estratégicos. El perfil económico del GEM España (2017) indica que ésta se encuentra por debajo del promedio de emprendimiento con respecto a sus países vecinos, además, se señala que existen condiciones importantes que han obstaculizado el desarrollo de esta actividad como la burocracia en las políticas de gobierno e impuestos/regulaciones excesivas que dificultan el nacimiento de más empresas. Este bajo porcentaje de emprendimiento está relacionado con la cultura europea, como se verá más adelante.
- El resto de Europa, cuenta con cifras parecidas a las latinoamericanas con un porcentaje de fracaso mayor al 50% en 5 años de acuerdo con cifras del último informe del Eurostat, siendo las empresas de Bélgica, Suecia, Luxemburgo y Países Bajos las más propensas a tener éxito. Los motivos de este fracaso, de acuerdo con algunos análisis, se deben a que en este continente existe un porcentaje alto del miedo al fracaso, por lo que los europeos prefieren mantenerse como empleados, ya que esto les garantiza una mayor estabilidad. Esta cultura está tan arraigada que puede observarse también en las instituciones académicas del continente, las cuales se guían por lo tradicional y evitan mezclar a los negocios con la investigación. Adicionalmente, de acuerdo con el último reporte de GEM (2017/2018), las principales razones de fracaso del emprendimiento se deben a que los europeos no ven rentable la actividad (29.6%), por razones personales (18.4%) y por problemas con la gestión de las finanzas de la empresa (12.2%).
Si bien estas son las conclusiones de numerosos estudios que han recopilado información muy significativa, aquí en Tentulogo creemos que es importante contar con todas las opiniones posibles para que puedas compararlas y contrastarlas, por esto, hemos recopilado también algunos de los mejores consejos de expertos en el tema:
Los consejos de tres expertos en emprendimiento
Paul Graham
Paul Graham, fundador e inversor de Y Combinator, aceleradora que ha impulsado empresas como Dropbox o Airbnb, indica que responder a la pregunta de por qué las compañías fallan es algo complicado, por lo que decidió elaborar una detallada lista de 18 cosas que no deberías hacer cuando estás emprendiendo, de la cual extrajimos 10 de las más relevantes:
- Crear algo que los usuarios no quieran;
- Ser el único fundador de la empresa, porque acarrea muchas responsabilidades y después de todo, siempre es mejor dos cerebros que uno;
- Escoger una mala ubicación para desarrollar tu empresa, es decir, debes rodearte de un ambiente que entienda lo que hagas y en donde estén los expertos (algo como Silicon Valley);
- Escoger un nicho pequeño para evitar la competencia;
- Imitar a otra startup;
- Apegarte en exceso a tu plan original, porque la mayoría de las empresas exitosas terminaron creando algo diferente a lo que tenían planeado;
- Pelear con tus cofundadores;
- No tener un usuario/cliente específico en mente;
- Dejar que los inversores dirijan tu empresa;
- Elegir un modelo de negocio para -supuestamente- recibir más ganancias en vez de enfocarse en el usuario. A propósito de esto, Graham menciona que «La razón por la que les decimos a los fundadores que no se preocupen inicialmente por el modelo de negocios es que hacer algo que la gente quiera es mucho más difícil.«
Reid Hoffman
A su vez, Reid Hoffman, cofundador de Linkedin, ex director de Paypal e inversor de riesgo reconocido de Silicon Valley, ha resaltado en numerosas entrevistas que lo que te ayuda a estar más cerca del éxito empresarial es la actitud que tengas frente al fracaso y al riesgo.
«Hay un mantra en Silicon Valley que es ‘fracasa rápido’. Hay que atacar el problema más serio al que se enfrenta tu empresa porque necesitas saber si puedes o no superarlo (…) el buen emprendimiento es siempre sobre las repeticiones«. dijo para una entrevista con la BBC.
Lo que demuestra que, para Hoffman, no es tan importante fracasar, sino aprender de la experiencia lo más rápido posible y seguir intentando.
También atribuye importancia a otros factores como la ubicación de la empresa, señalando a San Francisco Bay Area como uno de los mejores ambientes en la tierra para emprendedores tecnológicos; contar con un equipo de expertos con los que puedas discutir ideas y gestionar muy bien los recursos para resolver los mayores problemas; contar con un plan de ventas antes del lanzamiento del producto/servicio al mercado; contratar gente flexible para que cuando la empresa evolucione puedan adaptarse a nuevas responsabilidades.
Kevin Systrom
Con esto último, coincide el cofundador de Instagram, Kevin Systrom, que insiste que los emprendedores deben asegurarse de contar con un equipo inteligente y apasionado capaz de responder a escenarios problemáticos, porque por muy bien que se sienta tener una excelente idea para un producto y llevarlo a cabo, hay mucho más trabajo en construir la organización adecuada.
Adicionalmente, Systrom indica que las empresas tecnológicas deberían evitar lanzar versiones betas privadas porque es relevante lo que los usuarios tengan que decir sobre el producto: «para saber si estás en el camino correcto o no, debes poner la prueba del proyecto frente a las personas. Para nosotros, ponernos frente a los usuarios fue la experiencia más reveladora«.
Conclusiones y recomendaciones desde nuestro equipo
Después de exponer todas estas causas y consecuencias en cifras, creemos que la mayoría de los factores plasmados coinciden en casi todos los casos alrededor del mundo; sin embargo, varía ligeramente el motivo principal del fracaso en cada región. Por ejemplo, como habrás visto, en América Latina, se evidencia una deficiencia de la educación en el emprendimiento (a excepción del caso peruano), en parte debido a la poca inversión de los Estados en investigación, desarrollo e innovación, es decir, no existe tradición tecnológica o fomento hacia la evolución empresarial y se emprende por necesidad, lo que no sólo genera errores para escoger modelos de negocios adecuados o incapacidades para vender un producto/servicio, sino que también ocasiona una importante brecha en relación con otras regiones más avanzadas. A diferencia con América del Norte, donde los motivos se concentran más en una mala gestión financiera, errores en la percepción de un mercado, ausencia de cofundadores y un equipo preparado e incluso en la ubicación.
En el caso de Europa, también se difiere en el orden de los motivos de fracaso y distintos reportes señalan la influencia de la reacción negativa de los europeos hacia el mismo. De hecho, en este continente el fracaso es visto prácticamente como un tabú, como algo vergonzoso, y son limitados los espacios donde se promueve la discusión de los casos de empresas fallidas para aprender de estos errores. Al respecto, Karen Boers, emprendedora belga y cofundadora de Startups.be, señala que en Estados Unidos los inversores aplauden a los emprendedores con experiencias previas independientemente de que hayan sido buenas o malas, en cambio, en Europa es todo o nada: o lo logras la primera vez o puedes llegar a ser aislado del mundo empresarial para siempre.
Este comportamiento explicaría los bajos porcentajes de emprendedores en el continente y quizás las dificultades que algunos tienen para encontrar buenas asociaciones, así como la falta de instituciones que promuevan esta cultura (como es el caso en América Latina). Aún así, podemos observar que en las tres regiones, tanto los consejos de los expertos como las experiencias entre uno y otro caso, sirven como referencia para cualquiera que desee fundar una compañía exitosa.
Lo más recomendable (como es lógico) es estudiar bien cada uno de los motivos planteados y evitar que alguno de estos escenarios pueda ocurrir dentro de nuestra empresa, por lo que la preparación es fundamental antes de empezar a emprender. Desde Tentulogo, hacemos énfasis en que muchos emprendedores no le prestan la suficiente atención e importancia a su identidad de marca, a lo que ella comunica; como consecuencia, no logran conectar con su público objetivo y el producto o servicio termina fracasando.
Además de esto, consideramos que es vital mantenerse positivo (no en exceso, por supuesto) porque eso permitirá que puedas levantarte mucho más rápido en caso de que algo ocurra dentro de la empresa, cosa que se corresponde con lo que han mencionado algunos de los expertos en relación a la percepción del fracaso.
En caso de que consideres que no cuentas con alguna habilidad, por ejemplo, la necesaria para negociar o saber vender tu producto a los inversores, es importante reconocerlo y resolverlo lo más pronto posible, añadiendo a un cofundador o a alguien de tu equipo que pueda ejecutar perfectamente esta tarea. Rodéate de personas que puedan complementar lo que te falta como emprendedor, así encontrarás un equilibrio y asumir los riesgos será más llevadero.
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Imagen de cabecera: Pexels
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