[2] Consejos para emprendedores

Producto Mínimo Viable (MVP o PMV), algo esencial para los emprendedores

Muchas veces, cuando las personas leen «MVP» tienden a asociar las siglas con el Most Valuable Player (MVP) de los deportes, sin embargo, en el argot empresarial, sobre todo en el mundo del emprendimiento, esto se asocia al Producto Mínimo Viable (MVP, por sus siglas en inglés).

Un MVP es una especie de prototipo (o experimento) que reúne funciones básicas mínimas que le permiten al emprendedor probar su hipótesis de solución al problema del mercado, sometiéndolo a pruebas constantes con clientes iniciales para recibir retroalimentación sobre el producto y para saber si lo comprarían, de manera que se pudiese desarrollar mejor en el futuro. Es decir, el objetivo del mismo es que el emprendedor aprenda sobre el mercado, sus clientes y sobre cómo puede satisfacerlos a través de las métricas resultantes de su experimento, lo que le permitirá determinar si es razonable o no avanzar con el proyecto y construir el producto final.

Eric Ries, el autor de The Lean Startup, lo define en su libro de la siguiente forma: el MVP es «una versión de un nuevo producto que le permite al equipo recolectar la mayor cantidad de aprendizaje validado sobre los consumidores con un mínimo esfuerzo«.

  • IMPORTANTE: Aunque el concepto del MVP parece sencillo, existen muchísimas compañías que lo llevan a cabo de forma incorrecta: o desarrollan un producto demasiado complicado o le quitan demasiadas funciones claves para comprobar su hipótesis, por lo que se debe tener mucho cuidado con esto. Recuerda que el MVP debe ser básico pero sin perder su esencia, su función vital. Muchos recomiendan construir el 20% de la función del producto que será utilizada el 80% del tiempo.
Realización de prototipos

Foto: vía Pexels.

El MVP también es muy utilizado para buscar financiamiento, pues se le muestra a los potenciales inversores cómo se supone que funcionaría tu producto/servicio, lo que incrementa tu posibilidad de convencimiento (si se desempeña como debería e incluso mejor). El término MVP fue utilizado por primera vez por Frank Robinson, sin embargo, serían los emprendedores Steve Blank y Eric Ries quienes lo harían popular.

En el siguiente video, se puede ver al emprendedor Steve Blank, mentor de Ries y también precursor del movimiento lean startup y la metodología de desarrollo de clientes, explicar mejor cómo funciona el MVP. Al final de la explicación, Blank indica que muchos le han hecho el comentario de que Steve Jobs no creó el iPhone preguntándole a los clientes, y que entonces no es necesario salir de la oficina para crear productos novedosos, a lo que Blank respondió que en los nuevos mercados de innovación no se suele preguntar a la gente lo que necesita, pero lo que sí debe saber el emprendedor es cómo se diferencia su vida antes y después de haber probado su producto/servicio «eso no lo podrán saber encerrados en la oficina», dice Blank.

  • IMPORTANTE: Existe una diferencia crucial entre las personas que dicen que les gusta tu producto y aquellas que estarían dispuestas a pagar por él. Para muchos expertos en el tema, esto último es lo que verdaderamente determinará que tu MVP sea viable.

¿Con qué metodología puedo llevar a cabo mi Producto Mínimo Viable y a qué público debo dirigirlo?

A pesar de que el MVP ha sido popularizado gracias a la metodología de Lean Startup, es bueno que sepas que ésta no es la única que utiliza el MVP como medio de ejecución. De hecho, puedes también aplicarlo en las siguientes:

  • Design Thinking.
  • Design Sprint.
  • Agile.
  • Scrum.

La mayoría de estas metodologías se enfocan en la innovación y comprenden procesos iterativos del producto pues repiten los pasos de crear-medir-aprender, que caracterizan al MVP. Esto sucede ya que, por lo general, lo que se busca con este producto es que se puedan ahorrar recursos y se maximicen las rentabilidades de un negocio. Esto se debe a que, cuando se desarrolla un MVP, el objetivo es presentar a los clientes un producto/servicio que apenas muestre la esencia de la hipótesis y así medir si es viable o no continuar con su desarrollo o es preferible detenerse y pivotar.

El público al que generalmente es presentado el MVP es conocido como early adopters, que son aquellos clientes que estarían dispuestos a pagar un producto porque les soluciona un problema o porque les apasiona lo que intenta hacer el mismo. Estas personas están listas para darte su feedback y probar tu producto de manera que puedas medir sus reacciones. Por lo que, en un principio, tu MVP debe intentar satisfacer a este público objetivo antes de tratar de dirigirse a las masas; después de todo, empresas de renombre en la actualidad como Facebook, empezaron por solventar las necesidades de un nicho (estudiantes universitarios) hasta que tiempo después fueron expandiéndose.

¿Cómo puedo identificar a los early adopters?

Para esto, los emprendedores suelen utilizar de referencia a la famosa curva de early adopters o curva de adopción de la innovación:

Gráfico de la curva de los early adopters o curva de la adopción de innovación

Curva de los early adopters | Gráfico: vía Innokabi.

Como puedes observar, en esta curva se plasman cinco grupos distintos de clientes o público objetivo:

  1. Innovadores: Por lo general son entusiastas de las nuevas tecnologías, por lo que suelen ser los primeros en tratar de adquirir productos de características realmente innovadoras. No tienen fidelidad de marca, pues les interesa estar al día con la tecnología, es como una obsesión para ellos. Para dejarlo más claro, estas personas suelen ser las que se compran el último dispositivo móvil del mercado o las últimas gafas de realidad virtual.
  2. Early adopters o primeros seguidores: Más allá de la emoción tecnológica, este grupo está interesado en lo práctico del producto o servicio para resolver sus problemas actuales. Generalmente ya han probado con otros productos pero se encuentran insatisfechos porque no consiguen la solución que esperan. Como están tan enfocados en esto, no les importa si el producto/servicio no es perfecto y están dispuestos a ayudar al emprendedor a mejorarlo, por lo que son muy honestos al dar su feedback. Este grupo suele estar compuesto por empresarios o personas de prestigio que imponen tendencias en su entorno, que les gusta ser protagonistas y aportar en el lanzamiento de una nueva tecnología.
  3. Mayoría precoz: Son aquellos que una vez se ha probado con contundencia que el producto sirve y puede beneficiarles, lo compran. Se dejan influenciar por los early adopters y siguen las tendencias o la moda tecnológica.
  4. Mayoría tardía: Son muy conservadores y no suelen arriesgarse a comprar nueva tecnología. Sólo los mueve ese sentimiento de no querer quedarse atrás y cuando ya los productos llevan tiempo generalizados en el mercado es que se animan a comprarlos.
  5. Rezagados (laggards, en inglés): Estos son los más reacios a nuevas tecnologías y son ultra conservadores, escépticos. Aborrecen enormemente el riesgo y a pesar de que los productos llevan tiempo establecidos en el mercado, siguen poniendo peros para adoptarlos. Generalmente este grupo está conformado por personas mayores, quienes terminan por comprar un nuevo producto cuando el que utilizaban ya no es fabricado.

Teniendo conocimiento de estos grupos puedes aprender a diferenciarlos y enfocarte en encontrar a los early adopters. Usualmente estas personas son muy activas en redes sociales y hacen constantes críticas de nuevos productos, así como análisis de soluciones actuales a distintos problemas de la industria. A menudo tienen blogs u opinan a través de redes más profesionales como LinkedIn.

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Recomendaciones para hacer un buen MVP

Después de haber leído de qué va esto del MVP, ahora seguramente te estarás preguntando cómo puedes llevarlo a cabo y, sobre todo, cómo hacerlo de forma efectiva.

A pesar de que no hay un método estándar o predeterminado para esto, sí que existen pasos básicos que debes cumplir para que el MVP sea exitoso. Vamos a ello:

1. Trabaja con un lienzo

Lienzo o Lean Canvas Modelo de Negocio

Foto: vía Unsplash

Existen miles de esquemas de modelos de negocios o «lienzos» que puedes utilizar para mapear los factores relevantes para desarrollar tu MVP. Entre ellos se encuentran las características de los clientes, las necesidades no satisfechas, tu propuesta de valor, las métricas, etc. Esto no significa invertir demasiado tiempo elaborando un estudio de mercado, porque seguramente terminarás modificando el contenido del esquema una vez tengas contacto con los clientes. Además, se trata de aprender del producto lo más rápido posible.

Te recomendamos que veas el siguiente video de Google Developers donde podrás observar uno de los esquemas adoptados por muchos emprendedores llamado «MVP Desing Canvas» para elaborar su Producto Mínimo Viable o el siguiente sobre otro de los modelos más populares llamado «Lean Canvas«.

  • IMPORTANTE: Es relevante hacer énfasis en que no es lo mismo un Business Model o modelo de negocio que un Lean Canvas. Digamos que un Lean Canvas es el paso previo al Business Model, ya que en éste último se supone que ya se ha validado la solución al problema de mercado, a diferencia del Lean Canvas donde se desconoce si es efectiva o no nuestra hipótesis.

2. Ve a la calle a verificar tu lienzo y evalúa a la competencia

Una vez que tengas definidas tus ideas en el lienzo, es importante que compruebes con tu público objetivo o potenciales clientes si el problema que te estás planteando y las soluciones para él son realmente lo que ellos necesitan. En este paso podrás darte cuenta que tal vez la percepción que tenías del mercado no era la correcta e incluso puede llevarte a obtener más ideas para pivotar el negocio que tenías en mente.

Además de conversar con los futuros clientes, plantéate averiguar un poco mas de tu competencia ahora que tienes una mejor idea de la necesidad del mercado. Prueba sus productos, investiga qué es lo que están haciendo, sus precios, su propuesta de valor, de manera que puedas diferenciarte de ellos y mejorar tu estrategia.

3. Reestructura el lienzo y construye tu MVP

Ahora con todas las ideas claras, tienes que regresar al lienzo y sustituir lo escrito originalmente con lo que has recolectado en tu investigación. Toma en cuenta todos los factores e identifica muy bien cuál es la función esencial del producto/servicio para convertirlo en tu MVP y recibir el feedback de los clientes.

4. Recibir la retroalimentación, medir los resultados y decidir

Cuando lances tu MVP debes estar atento al comportamiento de tu público objetivo. ¿Les gustó? ¿Cómo se comportaron con el producto? ¿Están dispuestos a pagar por él? ¿Tienen alguna sugerencia? ¿Qué crees que se puede mejorar de la experiencia con los clientes? Mide todo lo que puedas, más con acciones que con opiniones y determina si finalmente puedes continuar desarrollando el producto/servicio o si debes detenerte y pivotar.

A continuación te dejamos más recomendaciones para elaborar tu MVP:

Algunas formas de lanzar tu Producto Mínimo Viable

Para culminar nuestro artículo, quisimos dejarte algunas de las formas más comunes que han utilizado las startups más exitosas del mundo para poner a prueba sus MVPs, de manera que puedas inspirarte con sus ejemplos:

  1. A través de un video explicativo: Una de las startups más exitosas y reconocidas de los últimos tiempos, llevó a cabo su MVP a través de un simple video. Estamos hablando de Dropbox, que con este sencillo MVP logró explicarle a los potenciales clientes y a los early adopters cómo funcionaba la aplicación y por qué debían tenerla. De la noche a la mañana, el video fue compartido por miles de personas, consiguiendo incrementar desde 5.000 hasta 75.000 las suscripciones para obtener una versión beta.
  2. Aplicando un Test A/B: Esta forma consiste en desarrollar dos versiones de tu producto, por ejemplo, un ecommerce con dos páginas web distintas para medir la reacción de los visitantes. Aleatoriamente, unos visitarán la página A y otros la B, y a partir de las acciones de los potenciales clientes podrás saber cuál les atrajo más, con cual interactuaron mejor, con cual hubo mayor porcentaje de conversión, etc. Todo esto, analizando muy bien las métricas de ambas versiones.
  3. Por medio de Landing Pages (Página de Aterrizaje): De nuevo podemos tomar como ejemplo lo que hizo Dropbox, que luego de su éxito con el video explicativo, elaboró una sencilla landing page del producto donde los usuarios podían visualizar un vídeo mejor elaborado de cómo funcionaba la herramienta e inmediatamente hacer clic en el botón de suscripción. Es importante que estas páginas cuenten con una clara y atractiva llamada a la acción. Los resultados son medibles a través de herramientas como Google Analytics o KISSmetrics.
  4. Crowdfunding: Esta es una de las formas más sencillas y ventajosas de lanzar tu Producto Mínimo Viable, ya que las plataformas de crowdfunding se centran en la recaudación de fondos para personas, proyectos, entre otros. Así que al colocar tu producto, no sólo puedes medir la reacción de los potenciales clientes de acuerdo con la cantidad de financiación que recibas de los mismos, sino que al mismo tiempo estarás obteniendo dinero para continuar desarrollando tu proyecto. Obtienes un feedback inmediato y estás en contacto con personas que realmente estén interesadas en lo que estás desarrollando. La creatividad y el storytelling es la clave. Si deseas saber más de crowdfunding haz clic aquí.
  5. Técnica Mago de Oz: Esta técnica es el MVP en su estado más elemental, porque la idea es que prepares el producto/servicio de forma manual, desarrollando tan sólo la parte básica del mismo para ahorrar recursos y luego ir escalando. Por ejemplo, el fundador de la startup Zappos, tenía la intención de crear un ecommerce de zapatos, pero en ese entonces (año 1999) no tenía idea de si funcionaría y no quería invertir todo su dinero sin tener seguridad al respecto. Su MVP lo llevó a cabo tomando fotografías de este producto en zapaterías locales, que posteriormente subiría a una web para saber si los clientes estaban dispuestos o no a comprarlos online. Cuando las personas se decidían a comprarlos, el fundador simplemente regresaba a la tienda donde tomó la foto del zapato, lo compraba y lo enviaba al consumidor.  Los clientes no tenían ni idea de que todo esto estaba siendo ejecutado por una persona, porque desde su punto de vista todo estaba perfectamente armado y automatizado (de aquí la referencia al Mago de Oz que pretende ser un mago poderoso cuando todo es un truco detrás de la cortina), la respuesta fue tan positiva que la startup ganó gran popularidad y fue adquirida por Amazon en 2009 por 1.2 millones de dólares.
  6. Técnica Conserje: Es muy similar a la anterior, con la diferencia de que tus clientes conocen la realidad de tu negocio, saben que lo estás haciendo manual y que no es nada automatizado, por lo que termina siendo un MPV muy personalizado y puedes recibir feedback constante y sincero. Esta técnica te ayuda a probar ideas sobre cómo puedes solucionar la necesidad o problema del mercado. Un claro ejemplo de cómo aplicar esto lo podemos observar con Airbnb, que aprovechó la saturación de hoteles durante un evento en San Francisco para comprar tres colchones y ofrecerlos con un desayuno en una página web. Los tres primeros clientes sabían que el negocio no estaba consolidado y que era un tanto improvisado, sin embargo, los fundadores satisficieron una necesidad de mercado y recibieron feedback de su primera experiencia mientras prestaron el servicio.
Prototipos eólicos

Foto: vía Pexels.

Ahora que conoces con un poco más de detalle qué es el Producto Mínimo Viable y cómo puedes llevarlo a cabo en tu empresa, te animamos a que intentes esta maravillosa técnica combinada con algunas de las metodologías ya mencionadas, para que puedas obtener resultados concretos en tu negocio y, sobre todo, ahorrarte recursos y tiempo. ¿Conoces algún otro caso famoso de MVP? Déjanos saber abajo en los comentarios.
Referencias:
Imagen de cabecera: vía Pixabay.
Con información de: TechCrunch | Forbes | Wikipedia | IEBS School | Buzzinga | PuroMarketing | Advenio | Gremyo | El Estímulo
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Fabiana Russo

Redactora en Tentulogo, apasionada por el marketing, la comunicación, el diseño y todo lo que tenga que ver con emprender.

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